lunes, 23 de febrero de 2009

Y a este: ¿Quién lo para?


Al cierre de la transmisión televisiva del derbi catalán el último sábado, las imágenes finales se centraron en Dani alves y claramente se notaba rabia por la derrota y por como se jugó el partido. Es claro, el brasilero no está cómodo ni tranquilo cuando se juega mal y por eso el “león” esa noche no se destacó con Messi, sino por su enojo tras la humillación que sufrió su equipo ante el “muerto” Español.

Más allá de esa jornada, el lateral derecho más caro en la historia del fútbol peninsular ha hecho una campaña rotunda desde su llegada al equipo catalán.

Vino con toda la expectativa del medio y de la afición y ajeno a eso, ha estado concentrado para rendir en todos los partidos de forma regular , posicionándose como uno de los puntos más sólidos dentro del funcionamiento barcelonista.

Ver a Alves cada vez que agarra el balón, es una muestra de talento, explosión, inteligencia, entrega, entre mucha virtudes y claramente está destinado, si el lo quiere, en ser uno de los mejores jugadores del mundo.

Para este correcaminos lo mejor está por venir, este año se espera un final de temporada infartante y si todo sale bien podría consagrarla en la gloria.

Por el lado de la selección tiene que consolidarse como titular inamovible en este último tramo de eliminatorias clasificando con Brasil para el mundial, y ver en la cita sudafricana su rendimiento desarrollado en su máximo nivel para contribuir a que la Verdeamarelha logré la cima una vez más.

domingo, 22 de febrero de 2009

Poco cartel para un gran jugador


¿Qué más tiene que hacer para tener el trato de gran goleador que se merece? Da la sensación que pasa desapercibido para la gran mayoría del público, pero habría que estar en los botines de quienes intentan frenarlo. Sinceramente, no creo que ellos piensen de la misma manera. Es un peligro constante.

Goles en Paraguay, por Liga o Eliminatorias, igual da. Más goles en Alemania, donde se fue del Bayern Munich sin pena ni gloria. Digo esto porque a pesar de marcar varios tantos y ser referente de ataque durante un buen tiempo, sumado a títulos locales, lo dejaron escapar sin poner demasiados peros. Resultó, como mínimo, un tanto injusto para un atacante fabuloso.

Sonó hace alrededor de dos años para reforzar el ataque de River, anémico de goles por ese entonces. Parecía imposible que jugara en Argentina y así fue. Un jugador de su talla no podría regresar a Sudamérica así, de capa caída. Y ahí nomás apareció el Blackburn Rovers para darle la posibilidad de volver a ser en la prestigiosa Premier League.

Este fin de semana volvió a marcar el paraguayo Roque Santa Cruz. Y frente al poderoso Manchester United, que si bien no sirvió para ganar, venía de 14 partidos seguidos sin recibir goles en contra. Él, en un año y medio, lleva 30 goles marcados con los Rovers. Vuelve a estar en la mira de los grandes de Europa. Entonces, repito, ¿qué más tiene que hacer?

lunes, 16 de febrero de 2009

Por aquellos buenos tiempos...


Me dijo un amigo (uno nunca es protagonista de la historia, siempre es un amigo) que el sábado pasado, al finalizar el duelo en Roma entre Lazio y Torino, la Curva Norte, sector en el que se encuentra la parte más activista de la hinchada romana, se despachó a los gritos con el nombre de un argentino. De un sudaka.

No era el nombre de Mauro Zárate, vendido a principio de temporada como la gran estrella del Calcio y que, a decir verdad, su nivel duró menos que una estrella fugaz. Tampoco el de Juan Pablo Carrizo, cara de la nueva indumentaria lazial hace unos meses, y calentador de banquillos hace unas horas. Menos que menos es el de Christian Ledesma, poco relacionado al tango ya que se hizo conocido en la misma liga italiana.

La Lazio amagó con pelear arriba ni bien empezó la temporada. Hoy por hoy, pelea pero para no caer en zonas de descenso en un futuro próximo. Por esto es que la desazón es mayor. Por esto es que se recuerdan con nostalgia los momentos de los Crespo, Verón, Almeyda o Salas. Y ni que hablar de él. Del que coreaban ni bien terminó la última jornada en el Olímpico.

De Diego Pablo Simeone, hablamos. Como jugador les dio un título con un cabezazo estupendo y, como entrenador, llevó a la gloria a Estudiantes y River en Argentina. Un Simeone que, como esperan los romanos, inunde nuevamente de sangre caliente el verde césped del Estadio Olímpico pero, esta vez, desde el banquillo.

El sí sabe cuando hacerse notar


Desde muy temprano en su carrera Mark González ha tenido que convivir con el sacrificio, gratificado con éxito que por más que le cuesta en llegar, llega

Tras dos grandes lesiones y cuatro equipos en Europa, entre ellos el Liverpool, “Speedy” siempre apareció con su faceta goleadora cuando menos se esperaba y en partidos importantes, y por eso el chileno es un jugador distinto.

Bajo esa descripción “Chico Mark” volvió hacer lo que sabe ante el Barcelona todo ganador y omnipotente a los rivales.
González este sábado se mostró claro en su fútbol, tal así, que se dio el gusto de marcar un golazo, poniendo en peligro el invicto de Guardiola, y dejando en el primer tiempo al Betis ad-portas de ganarle al equipo que rompe todos los record, que si no es por el desequilibrio de Eto´o, se hubiera quedado con las manos vacías.

El joven de Valparaíso se muestra cada vez más maduro en su juego, lo mejor de eso es que ha podido desarrollar su virtud principal, que es la explosividad, de manera adecuada lo que hace pensar que el chileno si es que no sufre percances, logrará consolidarse como uno de los mejores laterales de la liga española.

Por el bien de los “Sudakas” de la liga, y por sobre todo de Chile, que apariciones como la de “Speedy” ante el Barcelona se sigan repitiendo , eso si más seguido, y de cara al mundial del próximo año, si es que la selección sudamericana logra clasificar, “Chico Mark” sea un jugador que marque diferencias como hoy lo hace en el Betis.


viernes, 13 de febrero de 2009

La Final Tenía que ser Otra


Que satisfacción es cada tanto sentir que el “tercer mundo” sudaka nos muestras superioridad envidiada por los europeos. Esa sensación es la que nos da el fútbol y esta semana volvió a regalarnos dos triunfos ratificando que en el mundo de la pelota de los 32 cascos, los sudamericanos son amos y señores donde se presenten.

Empecemos por la muestra de calor futbolístico que este martes en una invernal noche londinense Brasil mostró ante Italia ganándole sin apelaciones.

Para quien vio el partido, de muy temprano en él, quedó claro que los campeones del mundo no son nunca un equipo que valla a ser una apuesta segura. Con un equipo basado en los ganadores de Alemania no pudieron mostrar su fútbol más vistoso y la samba brasilera ganó cómodamente sellando el partido por 2 a 0 antes de la media hora del primer tiempo. El equipo de Dunga plantó en la cancha del Arsenal lo mejor de sus ùltimos Crack (menos Kaka) con un Robinho desiquilibrante, un Adriano bastante robusto (gordo), un Ronaldinho que a pesar de ser muy cuestionado dio espacios para soñar y aunque no muestra el liderazgo de hace unos años sigue siendo un espectáculo poder verlo con la “verdeamrelha”.

Al día siguiente fue el turno de la Argentina de Maradona la que saco el barrio sudaka ante Francia de local. Como era de esperar, la expectación generada por este partido fue tremenda y los sudamericanos supieron responder, ganando con el mismo marcador que su archirrival ante los subcampeones del mundo. En este partido la cosa demoró más en sellarse, aunque para los que creen que Messi es el mejor jugador del planeta eso se volvió a demostrar con un golazo para el currículum y con todo su sello.


jueves, 12 de febrero de 2009

Salió el gol de las sombras


Era raro verlo en Segunda porque es un goleador implacable y de gran técnica, como la mayoría de los brasileños. Santos, Betis, Valencia, Milan y Zaragoza, que se reforzó para pelear por la Liga y terminó hundido en el descenso, fueron las camisetas que defendió Ricardo Oliveira. No convenció el rendimiento del Tanque Mariano Pavone y, por eso, lo fueron a buscar al ostracismo de la Liga Adelante. El re debut en el conjunto bético fue para ilusionar.

Pavada de reencuentro tuvo Oliveira en su regreso a la Primera División. El rival era nada menos que el Sevilla, el clásico andaluz. Oportunidad única para demostrar que su fugaz paso por Segunda fue sólo por agradecimiento al equipo aragonés. Y así fue.

Varios años pasaron para que el Betis se quedara con los tres puntos en el Sanchez Pizjuan, casa del Sevilla. No le importó al ariete. Fue, buscó y peleó, con el orgullo herido por haber manchado su currículum con un descenso. Y encontró su premio. En realidad, más que su premio, es su característica: La del gol.