Trotamundos, pesetero y varias denominaciones más se le podrían adjudicar a Washington Sebastián Abreu. El uruguayo es el Christian Vieri sudamericano. Con 32 abriles, el Loco tiene casi la misma cantidad de camisetas vestidas como años de carrera. Repasemos: Defensor y Nacional en Uruguay; San Lorenzo y River en Argentina; Gremio en Brasil; Tecos, América, Dorados, Tigres, San Luis, Monterrey y Cruz Azul en México; Beitar Jerusalem en Israel y Deportivo La Coruña y, actualmente, la Real Sociedad en la Segunda División española.
“Soy un obrero. Es un desafío volver a España a la edad que tengo”, dijo el atacante charrúa al llegar a San Sebastián. Cerca de los puestos de ascenso, la Real Sociedad esperaba por Abreu para retornar a la tan deseada Liga. Casi que no tuvo tiempo de conocer a sus compañeros el uruguayo. Un par de entrenamientos y a la cancha. Él, animal del área, ya empezó a pagar con lo que mejor sabe, el gol: dos gritos en tres partidos.
Ahora bien, ¿cuánto se pagan los goles de Abreu? No desde lo económico, sino desde lo humano. Su reciente llegada a España es, por lo menos, traumática. Dejó River justo en el momento en el que se estaba subiendo al avión para hacer la pretemporada. Y sin previo aviso. En Israel, dice él, no le cumplieron lo pactado, pero la experiencia duró cuatro meses. Es curioso. En la mitad de los equipos en los que jugó no llegó a los 20 partidos. A ver: Deportivo La Coruña (18 partidos), Gremio (7), América (16), Monterrey (18), San Luis (14), Tigres (15), Beitar (5) y en su segundo paso por River disputó sólo 4 partidos por Copa Sudamericana.
A la vista de quien lo quiera ver, mejor no encariñarse con Abreu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario